Según Google, el “Maestro Sombra”, es una figura profesional que ayuda a la integración social de un niño con capacidades diferentes. Puede ser un terapeuta, un pedagogo o un psicólogo con conocimientos en desarrollo infantil, diplomado en problemas del lenguaje para niños con trastornos del neurodesarrollo entre muchas otras habilidades.

Entonces los profesionales calificados como “maestros sombra”, importantes y necesarios en la Educación Especial, están ahora en estos tiempos de pandemia, siendo tan insuficientes como cuando la oferta educativa de la SEP (Secretaria de Educación Pública) en los años 20s.,30s, hasta los años 60s. y 70s. se extendió a grandes capas de la población nacional, haciéndose necesario convertir en maestros a los recién egresados de educación primaria en las primeras décadas postrevolucionarias.
Ahora, cuando la pandemia dura más de 8 meses y gracias a la estrategia de muchos directores en el país, que llevan el registro de los docentes de cada una de sus instituciones sobre su conectividad con los escolares y los resultados del aprovechamiento de sus alumnos, es que muchos padres y madres de familia que se preocupan por sus hijos, se han estado convirtiendo paulatinamente en sus “Maestros Sombra”, apoyándolos en el cumplimiento de sus tareas y acciones didácticas que les encargan sus maestros.
Platicando con directivos, docentes y padres de familia, encontramos que buena parte de los estudiantes que se están rezagando en estos tiempos por la falta de herramientas digitales, por limitaciones en la señal de Internet o por el número de escolares que a veces suman mas de 3 en una familia, y los niveles de pobreza de muchas familias mexicanas. En otros casos por el desinterés de los actores educativos, se requiere tener un “Maestro Sombra”, que acompañe en algunos casos los procesos de aprendizaje escolar, ya sea un profesional, o en la figura de padres y madres, que previamente sean capacitados. El Profesional que se sume como “Maestro Sombra” a los docentes del país, quizás los podríamos ver en algunas familias de la clase media que estuvieran batallando con la atención que sus hijos deben tener con su aprendizaje, aunque el esfuerzo especial les cuesta.

Por otra parte, actualizar los conocimientos digitales y de manejo de plataformas educativas a los padres y madres de familia, requiere de la preocupación de los directivos de las escuelas por conocer con exactitud el universo de los escolares que por una u otra razón no se incorporan al sistema de Educación a Distancia, los problemas por los que los educandos no están realizando los trabajos escolares que sus docentes programan para que ellos vayan logrando los aprendizajes más significativos de sus Programas de Estudio y desarrollar las estrategias necesarias para llevar a la realidad ese apoyo significativo de los padres y madres de familia en el acompañamiento formativo de sus hijos. Dicho de otra manera, los directivos de las instituciones públicas deben formar miles de “Maestros Sombra” para transitar por esta ruta educativa que la pandemia nos ha obligado a recorrer.